Un último brindis

A mi padre.

El momento era digno para brindar

pues aquel amor se despedía,

chocaron las copas por “el amor a la vida”;

otro trago por “el amor que llegaría”;

y una vez más, por “encontrarse en otra vida”.

La noche se hacía larga y antes de terminar

brindaron por “el dolor de su despedida”.

Ya entre copas, lágrimas y honestidad salió la verdad: 

jamás se quisieron separar.

 AlanRobles Gtz

 Te echo de menos, papá, cada día.